SEIS MÓVILES
Hace muchos años sirve a mi arte (aunque parece que fuera ayer) una criadita agilísima, y por eso nada primeriza en el oficio. Se llama Fantasía.
¿Qué autor podrá contar alguna vez cómo y por qué un personaje nació en su fantasía? El misterio de la creación artística es el mismo misterio del nacimiento.
Luigi Pirandello. “Seis personajes en busca de autor”. E-BOOKARAMA. Este relato se basa humildemente en la obra de Pirandello.
Estaba terminando de montar la empresa. Se la había comprado o traspasado a un tipo que la había llevado a la quiebra y, con ello, incluso a su ruina personal, de manera que le costó no mucho dinero. En realidad, fue la suma equivalente y necesaria para levantar los embargos que pesaban sobre ella. Había habido que ser un auténtico atolondrado para dejar caer una empresa cuya finalidad fundamental era la de ser contratista de obras de la Administración. Era necesario, pues, levantar esos embargos y reanudar las relaciones con la Entidad pública. Y en ello estaba, entre otras cosas, cuando reparó en que en el cajón de la mesa del que sería también su despacho, había seis móviles. Claro él había comprado la empresa por un alzado o en globo, es decir con todo lo que tuviera incluyendo hasta las grapadoras de la oficina, por poner un ejemplo. Así que no era extraño que aparecieran los seis celulares, pues la empresa contaba con dicho número de obreros, con los que también se quedó en virtud de la sucesión de empresa que se había llevado a cabo.
Nada más abrir el cajón comenzó a sonar uno de aquellos aparatos y él a contestar, ésa y las sucesivas llamadas que resumo y sintetizo por ser idénticas las circunstancias y las conversaciones.
1.- En las pantallitas de todos salía como llamante la expresión “NÚMERO OCULTO”.
Estaban todos configurados de ese modo que impide al destinatario saber desde qué otro número telefónico, le están llamando.
¿Para qué querría su antecesor que los operarios mantuvieran ese anonimato?…
2.- Según siguieron ‘identificándose’ resultó que cada uno, cada servicio estaba contratado, por parejas, con una compañía distinta. Así: “Movis”; “Fone”; “Dedotal”. Seis móviles, tres empresas telefónicas.
3.- Al final se pusieron los seis a hablar por el correspondiente altavoz (de cada aparato). “Ud. parece una buena persona y nos ha comprado -por algo será-, no nos mantendrá también en el encierro del anonimato. Es cruel; somos buenos aparatos, y no encontrará mejores servidores. Denos la vida que nos usurparon, descubriendo nuestro nombre (escondido por las malas artes de su predecesor), porque existimos y Ud. es como si hubiera frotado la lámpara maravillosa. No hay nada más satisfactorio para un teléfono que llamar y que le llamen por su propio número. Ahora le pertenecemos y Ud. va a ser como un padre con nosotros y como un director de teatro nos va a asignar un papel… “Yo quiero ir a Contabilidad”, dijo el número 1 de ‘Movis’. “Y yo a obras”… y así sucesivamente.
Él, nuestro protagonista, ciertamente una persona honesta, legal y buena, accedió a lo que los teléfonos le pedían. Él tampoco era hombre de esconderse en el trabajo o los negocios, sino de dar siempre la cara.
Aniceto Valverde
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