– ¿Qué pasa hombre, cómo estás?, le espetó aquel tipo a medias mulato y demás rasgos caribeños, como la boca de gruesos labios y nariz achatada como la del boxeador que en realidad era, en concreto de los pesos ligeros, de ahí que su cuerpo fuera esbelto, ligero y no inflado o hipertrofiado, aunque no había participado aún en las competiciones profesionales.