EL AZULEJO DE CERVANTES, UN PULSO, PERO ¿DÓNDE SE METIÓ ‘EL ZIPPO’?
La taberna estaba muy cerca del Puerto, en la calle que sube a la Muralla, al lado del “Azulejo de Cervantes”. Tenía las paredes revestidas como de medios troncos de madera y se hallaba distribuida en dos plantas: en la de abajo la barra y arriba todo lleno de mesas y banquetas de madera. El ambiente estaba siempre enrarecido, denso del humo del tabaco. Bullía el jolgorio de marineros españoles y norteamericanos, de los recién llegados a la ciudad, éstos vestidos de paisano. Y no recuerdo si Félix, ‘el Gato’ como le decían, me contó, muchos años después, que también los había franceses e italianos. No me extrañaría dada la trifulca que se armó… De vez en cuando sonaba la voz desgarrada de Bonnie Tayler cantando aquello de «It´s a heartache» («Un corazón roto o herido») o alguna otra canción tabernaria que alguien ponía en la gramola del local.