TEMBLOR
A veces la mascarilla que aún sigue siendo obligatoria en algunos establecimientos puede encerrar agradables sorpresas.
Nunca te había visto antes en aquella farmacia (a la que uno va a sacar los medicamentos para locos de atar). Pero por esos bonitos ojos que asoman por encima de la mascarilla, cuando te dejen quitártela, a mí me dará el mismo temblor de piernas que la primera vez que vi a una mujer desnuda.
Aniceto Valverde
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