Algunos miembros del movimiento
por la devolución de derechos
a los jóvenes, liderado por
el ‘herrero informático’ David,
han causado algunas alteraciones
del orden público. Esto radicaliza
las posturas. La causa se
encuentra en vía muerta. Hasta
que aparece en escena el catedrático
de Derecho Romano y senador
Cicerón Gómez. Consigue
que el régimen gerontocrático
acepte la posibilidad de que singularmente
padres o tutores
otorguen la libertad a sus jóvenes
‘sometidos’. El instrumento
es la Ley de la Manumisión, una
institución del Derecho Romano
por la cual los señores podían liberar
a sus esclavos. Esta medida
llena de gozo al hombre de
99,5 años de edad.