JUSTICIA INTERGENERACIONAL
El legado ambiental que vamos a dejar a las siguientes generaciones. Mar Menor. La Virgen de los navegantes.
Si uno deja de fumar o (muchas veces con ayuda profesional) de meterse en el cuerpo sustancias tóxicas, tal vez no por ello viva más años, sino que vivirá mejor ahora, puesto que la eternidad cabe entera en el día de hoy, sin esperar a mañana. Si uno come en pequeña cantidad comida sana y no ingiere grasa animal, hamburguesas con carne de perro y gallinejas fritas con aceite de motor, no es para adelgazar o bajar la tripa, sino para respetar el propio cuerpo y no someterlo a la humillación de tener que digerir semejante basura. De la misma forma si hace algo de ejercicio estará santificando su cuerpo al ponerlo en armonía con el Universo. Y éste está lleno de materia de cultura si sabemos mirar su cielo estrellado como de signos algebraicos mientras suenan suavemente los acordes de una guitarra o un bolero. Y hoy, además, es la festividad de la Virgen de la Asunción, patrona de los marineros. Yo lo seré por tí.
De cultura quería habláramos, pues es el alimento de la vida, de la existencia digna del ser humano. Ésta, a la que todos debemos tener acceso, engloba -entre otras cosas- el derecho a un medio ambiente adecuado; la conservación del patrimonio cultural, histórico y artístico. Y, quizás, el más básico, el derecho a una vivienda digna y adecuada. Si las estrellas en esta noche parecen signos matemáticos los que redactaron la Constitución trazaron a compás círculos concéntricos: Derecho a la Cultura (art. 44) —- Derecho al Medio Ambiente (art. 45) —- Patrimonio Histórico Artístico (art. 46) —-( y, sobre todo) —- Vivienda Digna (art. 47). Y todo esto puede y debe hacerse.
Hay motivos para creer o ser ingenuo, pero la puesta de sol sobre el Mar Menor es tan bonita o sigue siéndolo (hasta que nos lo dejen), que ocurren varios fenómenos marineros:
– Se olvida por momentos su degradación imperdonable.
– Se levanta una ligera brisa o una corriente de mar de Este a Oeste. (Como viejo navegante y ‘descubridor’ regalé este acontecer a mi compañera y para mí es la ‘corriente Mabel’)
– Se ve el Rayo Verde cómo último tinte del haz final del Astro Rey, que ya asombraba a los antiguos navegantes.
– Y, sobre todo, la gente nos levantamos para aplaudir hasta que nos duelen las manos este bellísimo espectáculo de la Naturaleza.
Es urgente recuperar y mantener por todos los medios este hábitat singular. No nos pertenece, lo hace respecto de nuestros hijos, nietos… A eso se le llama Justicia Intergeneracional, en este caso sobre medio ambiente, cultura y patrimonio. Y, cómo no, digámoslo una vez más: el Mar Menor. Que haya buena mar.
Aniceto Valverde
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