FÁBULAS POLÍTICAS Y ENCUESTAS

El lobo ibérico

Es de todos conocida la famosa fábula de Esopo del lobo que se disfrazó de cordero. Venía a decir:

«…Esto era un lobo muy hambriento que vio un rebaño de ovejas. Un día encontró una piel de oveja en el bosque y tuvo una idea para despistar al pastor.

—Me disfrazaré con esta piel de oveja. Así las ovejas y el pastor creerán que soy una oveja más.

Y su plan funcionó. Al atardecer, el lobo fue llevado al establo con el resto de las ovejas. El lobo se relamió, pensando en el gran banquete que se daría por la noche. Pero, cuando anocheció, el pastor entró en el establo buscando carne para cenar. Y, creyendo que el lobo era una oveja, lo tomó y se lo llevó.»

La moraleja es que el tiro le salió por la culata si es que verdaderamente el lobo sirvió de cena al pastor.

Pero, imaginemos por un momento que el lobo que se disfrazó de oveja era un tipo poderoso que, además, solía compartir animadas charlas con el pastor, un hombre de tan escasa formación como avaricia.  Y que, dicho sea de paso y en lo que importa en estas líneas no era el dueño del rebaño.

Deseosos ambos de dar rienda suelta a sus bajas pasiones convinieron en que cada día el pastor dejaría al lobo llevarse al menos una oveja de aquel rebaño y que el producto de su venta en el mercado se repartiría de por mitad entre ambos sinvergüenzas (el lobo con ese dinero se podía comprar más u otro tipo de carne). El lobo sólo tenía que merodear y aullar lo más cerca posible de la casa con establo donde vivía el dueño de las ovejas.

Pero, harto ya de la situación, éste salió una noche de la casa con su escopeta de postas del diez y seis. Como quiera que el lobo estaba cerca, no le fue difícil acabar con su vida.

Moralejas:

1.- Si esto fuera una historia real cabría sacar la conclusión de que los ardides del lobo, sus engaños, acaban volviéndose en su contra, pagándolos tan caros como con su propia vida.

2.- Si no lo es podría pasar por alguna encuesta, confeccionada sin los debidos requisitos metodológicos, y publicada al final de algún medio de comunicación utópico y contrario a la lógica vital, puesto que todo el mundo sabe que el lobo siempre se sale con la suya. Los perjudicados casi siempre integran el gremio de las ovejas.

Aniceto Valverde Conesa